Mucho se ha escrito estos días sobre la salvaje expropiación de YPF por parte del gobierno argentino de Cristina Fernández. Sin embargo, he leído pocos análisis sobre las verdaderas causas políticas de este asunto. En mi opinión, la raíz de esta expropiación está en la esencia misma del populismo argentino (y por extensión del latinoamericano).
El populismo en América Latina tiene su origen en dos factores: por una parte, la desigualdad social entre una clase minoritaria rica y una mayoría que subsiste con un nivel de vida bajo; por otra, una estructura económica deficiente (en el caso argentino colapsada en 2001 con la suspensión de pagos más fuerte de su historia) y no integrada adecuadamente en el sistema económico mundial (Argentina no puede financiarse en el exterior).