28 de enero de 2012

El teletrabajo puede generar empleos


Trabajo en un edificio de oficinas y todas las tareas se asignan y gestionan por correo electrónico, incluso mi jefe (separado 6 despachos del mío) cuando tiene que comentarme algo me escribe un email o usa el teléfono. A excepción de la asistencia a reuniones, la mayoría del trabajo lo podría hacer desde casa (o en un bello pueblecito) con un acceso adecuado a la información que manejo. Imagino que como yo habrá miles de personas. En épocas en las que el paro nos azota, deberíamos ser más imaginativos y aprovechar esta modalidad de trabajo. Las ventajas pueden ser muchas:

·        Una empresa reduce sus facturas de luz, calefacción, alquiler de oficinas, etc. y por tanto se hace más competitiva porque disminuye el coste de los productos o servicios que presta. Otra consecuencia de la reducción de costes es que a la empresa le cuesta menos dinero contratar a un trabajador.
·        Se generan oportunidades de trabajo en una mayor cantidad de lugares, ya que la localización del trabajador no es tan importante.
·        Desde un punto de vista social se amplían las posibilidades de empleo a personas discapacitadas o con problemas de movilidad.
·        Está comprobado que en un ambiente agradable y relajado la productividad aumenta considerablemente.
Es evidente que el empleado también obtiene beneficios:
·      Mejora de la calidad de vida al elegir el sitio desde el que se desea trabajar.
·      No estar tan condicionado por un horario fijo, reduciendo el nivel de estrés.
·      Posibilidad de conciliar mejor la vida laboral y familiar.
·     Incremento de las posibilidades de autoempleo, ofreciendo tareas realizadas mediante teletrabajo.
No hay duda de que el teletrabajo aparte de sus luces tiene también sus sombras, como la alta competitividad (un chino podría hacer su mismo trabajo más barato desde China), condiciones laborales más precarias (pago por servicio o trabajo realizado, mayor uso de contratos temporales, etc.) o deshumanización viendo al trabajador a distancia como un servicio subcontratado. Aun así con más de 5 millones de parados se debe considerar este sistema. En España solo se utiliza esta fórmula en un 5 % de los trabajadores, mientras que países como Holanda o Finlandia alcanza al 20 % de la población empleada.

Imagen modificada de una fotografía de: © Jamalludin Bin Abu Seman Din | Dreamstime.com

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